Es mucho más fácil dejarse llevar por las apariencias y vivir de la mentira.. No todo es lo que parece.
hay que saber mirar muy bien para ver de verdad a la gente , para ver su esencia y no su apariencia a veces el que parece un santo es un demonio y el que parece un demonio es un santo .Las apariencias no logran engañar La esencia es sensible para los ojos, aunque no se ve hay que abrir lo ojos para ver que la verdad es más obvia que la apariencia.
Hace 14 años
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